martes, 17 de noviembre de 2009

El mercader amante


El Mercader Amante, del dramaturgo valenciano Gaspar Aguilar, nos devuelve al ámbito de lo lúdico, del divertimento, es decir, a la esencia del espectáculo teatral.

En su recorrido por hallar a la mujer constante, aquella que le ame por quién es y no por lo que tiene, Belisario, el protagonista, recurrirá al disfraz, permutando su condición social con la de su criado, y tropezará con un sinfín de imprevistos. Parece pues que estemos ante una comedia de enredo, pero con matices: la “torpeza”, la confusión y la inadecuada interpretación de los hechos y las palabras.

El tema de la obra es el Interés frente al amor. Simple en apariencia, nítida en su estilo y en sus acciones, ingeniosa e irónica, El mercader amante gira entorno a una pregunta: ¿La actividad mercantil es compatible con el amor?

La relación entre personajes es de condiciones sociales diferentes. Apariencia y cruda realidad, fortunas y adversidades se van alternando en El mercader, un jugador de lo material, arriesgándose en el terreno amoroso, dejando vacante su asiento al compás de la música como en el juego de las sillas y esperando regresar victorioso por el camino más intrincado.

La obra está adaptada a los años cincuenta americanos, a las damas en sus despachos, a los criados y mensajeros tras sus máquinas de escribir: toda la obra está marcada por la riqueza, pobreza e interés.

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