viernes, 26 de marzo de 2010
Un adios
Obra sevillana representada en el certamen de teatro amateur de Zaragoza, que cuenta la vida del cantaor flamenco Antonio Mairena a traves de la pasion que sentia por este musico el padre del director del espectaculo. La obra emplea un codigo que recuerda mucho al juego de acciones brectianas y su teatro epico, en la forma en que realizaban las acciones y el uso de un coro provisto de texto grupal, leismotivs y personificacion. El comienzo fue genial, una voz en off relantando el dia de la muerte del cantador y como lo sientio el padre del director, un actor simulando al apdre permance sentado en un sillon en el lateral derecho de la escena (derecha del espectador) en una decoracion escueta que recuerda a un pequeño salon, de fondo un conjunto de cinco figuras espectrales vesrida de negro y con mantilla, desfila en perfecta coreografia siguiendo el replique de las campanas que llaman a misa funebre,cruzando la escena de izquierda a derecha por su fonfo, el uso de los contras, la textura de los filtros y en si la atmosfera te transportaban al dolor que se queria dejar fluir por la escena. A partir de este buen principio todo empieza a decaer, el recurso de voz en voz, muscia del cantaor y movimientos epicos, se repite sin cesar dejando demasiado tiempo la escena sin accion. En fin una obra bonita, pero auqellos que no sean mantes del flamenco acabaran no disfrutandola. Una anecdota, la entrada era gratuita y la sala se lleno con unas 230 personas, al final de espectaculo tan solo quedaron 140, un pelin descorazonador. Animo pa la proxima artistas.
Obra sevillana representada en el certamen de teatro amateur de Zaragoza, que cuenta la vida del cantaor flamenco Antonio Mairena a traves de la pasion que sentia por este musico el padre del director del espectaculo. La obra emplea un codigo que recuerda mucho al juego de acciones brectianas y su teatro epico, en la forma en que realizaban las acciones y el uso de un coro provisto de texto grupal, leismotivs y personificacion. El comienzo fue genial, una voz en off relantando el dia de la muerte del cantador y como lo sientio el padre del director, un actor simulando al apdre permance sentado en un sillon en el lateral derecho de la escena (derecha del espectador) en una decoracion escueta que recuerda a un pequeño salon, de fondo un conjunto de cinco figuras espectrales vesrida de negro y con mantilla, desfila en perfecta coreografia siguiendo el replique de las campanas que llaman a misa funebre,cruzando la escena de izquierda a derecha por su fonfo, el uso de los contras, la textura de los filtros y en si la atmosfera te transportaban al dolor que se queria dejar fluir por la escena. A partir de este buen principio todo empieza a decaer, el recurso de voz en voz, muscia del cantaor y movimientos epicos, se repite sin cesar dejando demasiado tiempo la escena sin accion. En fin una obra bonita, pero auqellos que no sean mantes del flamenco acabaran no disfrutandola. Una anecdota, la entrada era gratuita y la sala se lleno con unas 230 personas, al final de espectaculo tan solo quedaron 140, un pelin descorazonador. Animo pa la proxima artistas.
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